VARGAS HERNÁNDEZ, PEDRO
Estos relatos urbanos, simbióticos, bizarros y duros como la roca, que hacen pensar que el autor escribe con un cuchillo apretado entre los dientes, también funcionan como amables instrucciones para volar cometas... El artista Francis Bacon nos cuenta -a través de algunos de sus más rabiosos lienzos- el cruel asesinato de una niña en las calles de Londres en el genial cuento u00abPintor en la ventanau00bb. Y como este Bacon, testigo de excepción de la crudeza del mundo, el autor nos narra una serie de historias que abarcan amplitudes temporales y diferentes registros narrativos. En u00abNessie cuello largou00bb, el famoso monstruo emerge del oscuro fondo que es la mente atormentada del joven drogadicto Joy Nova; mientras, en otra historia -bajo una narración deliberadamente grotesca-, un ejército de aburridos burócratas revisa documentos y firmas, y decide si un lujurioso hombre puede acceder o no a los servicios de una prostituta... Así son las historias de este libro, tan poéticas como u00abDemoledores de silenciosu00bb, tan existencialistas como u00abLa incertidumbre de ser objetou00bb o tan tiernamente cautivadoras y enigmáticas como u00abVestidos de aguau00bb y u00abConfesiónu00bb. u00bfAyudará Julián, ese niño que trabaja en un ladrillar, a matar a su abusivo y explotador patrón? u00bfSerá cierto, como propone el relato u00abAlguien en mi cabezau00bb que, tras de una célebre obra de Van Gogh, se esconde la muerte de una hermosa joven? Las respuestas -acertadas o no- moldean desde estas páginas el centro de la experiencia humana.