CÍVICO, IRENE / PARRA, SERGIO
El mundo está lleno de misterios. Cosas que ignoramos, cosas que nos resultan inquietantesu2026 Hasta que descubrimos cómo funcionan. Desde el principio de los tiempos, tanto los hombres como las mujeres han tratado de llegar hasta el fondo de las cosas. Y no hay manera más poderosa de conseguirlo que la ciencia. Hemos dicho hombres y mujeres, pero eso no es exactamente así, ya lo sabéis. Su curiosidad puede haber sido la misma, pero su acceso a la ciencia no ha sido igual de fácil. Y esto no es porque las chicas sean menos listas ni porque los hombres hayan tenido mayor sed de conocimiento, está claro, sino porque durante muchos muuuchos años a las mujeres no se les han dado las mismas oportunidades que a los hombres. Pensad que durante siglos (u00a1siglos!) a las chicas no se les permitía ni tan siquiera acceder a la educación. Empezando por ahí, imaginaos lo imposible que era que pudieran dedicarse a temas científicos y mucho menos explicar sus descubrimientos al mundo. u00bfQuién las iba a escuchar? A las chicas se les decía que su misión en la vida era cuidar de la casa y de la familia. Y si querían dedicarse a otra cosa, u00bfqué? Pues nada, la mayoría se tenían que aguantar.