BRUNDAGE, JAMES A.
Este estudio de la ley medieval y el sexo explora el origen y el desarrollo de la ley canónica y de los sistemas de creencias sobre los que descansaba este ordenamiento religioso. Hace también una recopilación histórica completa de doctrinas legales sobre una amplia variedad de comportamientos sexuales, incluyendo el sexo marital, el adulterio, la homosexualidad, el concubinato, la prostitución, la masturbación, el incesto y la violación.El sistema medieval de dominio social descansaba sobre una base dual de autoridad entre la Iglesia y el Estado. La ley era entonces reflejo de esa dualidad en constante pugna. La visión misma del mundo, la 'imago mundi', era una síntesis del derecho natural. El orden divino se extendía a lo largo de una creación armoniosa necesariamente perfecta e invariable: lo divino, lo celeste, lo terrestre y lo subterráneo. El hombre, por lo tanto, no ocupaba el centro del mundo. Su papel estaba subordinado a una escala rígida, inmutable, permanente.El Renacimiento y la Reforma protestante trastocaron profundamente la visión medieval al colocar al hombre y su razón en el centro del universo y, al parecer, arrasaron todos los vestigios de aquel antiguo edificio medieval.James A. Brundage demuestra aquí que la escala y el ordenamiento social que creíamos inmutable a lo largo de la Edad Media no permaneció estático. La actitud legal y real frente al sexo es el espejo más fiel de cualquier sociedad. A través de los siglos anteriores al Medioevo, la ley respecto de las prácticas sexuales cambió radicalmente, y no quedó del todo superada con el derrumbe de la Edad Media. Brundage muestra de modo evidente cómo el sistema de control sexual en un mundo ya casi olvidado forjó el universo en el que hoy vivimos